El Puente Romano de Córdoba, también conocido como Puente Viejo, es una de las construcciones monumentales e históricas más importantes de nuestra ciudad. Majestuosamente situado sobre el Río Guadalquivir, su principal función es la de unir la parte Sur de Córdoba con el resto (Barrio del Campo de la Verdad con la zona de la Ribera y la Mezquita-Catedral). Este puente fue la única conexión que tuvieron estas dos partes de la ciudad por más de 20 siglos. En el año 2008, el Puente Romano se reformó para hacerlo exclusivamente peatonal y renovar su aspecto, que es el que luce hoy en día. Desde el año 1931, el puente se considera Bien de Interés Cultural, y forma parte del centro histórico de Córdoba, por lo que también es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1994. Además, el entorno del Puente Romano de Córdoba está constituido como Reserva Natural ‘Sotos de la Albolafia’, anidando en este lugar especies de aves, algunas en extinción. Sin olvidarnos de los molinos, entre los que destaca el Molino de San Antonio.

Origen e historia del Puente Romano

El Puente Romano tiene su origen a principios de Siglo I, cuando fue construido. Fueron los romanos, de ahí su nombre, los encargados de llevar a cabo tal obra. Antes de su existencia, para cruzar de un lado a otro del río, se tenía que hacer a barca o a través de los puentes de madera que existían. Si nos centramos en las características del mismo, el Puente Romano tenía ya desde su inicio 331 metros de largo, y 17 arcos que luego se quedaron en 16. Desde la zona sur de la península, era la principal entrada durante todos esos cientos de años que hemos mencionado antes. Se cree que la Vía Augusta (Roma – Cádiz) pasaba por este puente.

Ya en la época musulmana, unos siglos después, se construyó la famosa Torre de la Calahorra, la cual supuso un bastión defensivo prácticamente inexpugnable, que le dio a la ciudad un empaque defensivo determinante. En el otro extremo del río (Zona Norte), encontramos la Puerta del Puente, conocida coloquialmente como Arco del Triunfo. En su época más moderna, añadir que el Puente Romano era una carretera la cual podían hacer uso los vehículos, pero desde el año 2004 se prohibió la circulación, pasando a ser exclusivamente peatonal. 

Reformas del Puente Romano

A lo largo de su dilatada existencia, este puente ha experimentado importantes cambios, reconstrucciones y reformas. Destacamos las de la época califal, durante la Reconquista y la del Siglo XX. Aunque su estructura prácticamente permaneció intacta, fueron más cambios estéticos y de apariencia los realizados. Por poner un ejemplo, solo los arcos 14 y 15 son los originales.