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El legado musulmán que llega hasta nuestros días: Córdoba Califal

Sin la ocupación musulmana del 711, Córdoba no sería la ciudad que conocemos hoy. Tantos siglos de dominación dieron para transformar la configuración de la ciudad y convertirla en la mayor potencia del Califato Árabe. En tan solo cinco años se convirtió en la capital del Al-Ándalus, y en cincuenta, Córdoba alcanzaría su máximo esplendor.

La mezcla de culturas y pensadores judíos, árabes y cristianos hicieron de la ciudad un faro del conocimiento durante años. Esto, unido a los sucesivos avances científicos, gastronómicos y artísticos, cambiaría el rumbo de su historia, sentando las bases del incipiente Renacimiento.

Como veremos a continuación, concretamente la cultura musulmana dejó una huella mucho más grande que la Mezquita, calando en la sociedad hasta el día de hoy.

Riqueza lingüística

Si empezamos a desentrañar hasta dónde llega la influencia musulmana en la sociedad actual, no podemos olvidarnos de la lengua. La presencia árabe contribuyó con más de 1.043 palabras al vocabulario español. Su influencia se encuentra principalmente en los campos de la ciencia, la construcción y la alimentación.

Una gran mayoría de las palabras árabes empiezan por al-, lo que corresponde al artículo español el/la (alcalde, alguacil, álgebra, algodón, aldea, alfalfa, azafrán, alfombra, alfiler, alcohol…). También, destacan en los nombres de lugares las palabras que empiezan por Guad-, que significa río, como Guadalquivir, Guadalete, Guadiana, Guadalfeo, etc.

Como vemos, un amplio vocabulario de nuestro día a día tiene origen árabe, lengua originaria de Arabia. Al fin y al cabo, una lengua está en constante evolución y nuestro idioma actual es fruto de la evolución e influencias de los numerosos pueblos que se asentaron en la Península.

Gastronomía y alimentos de origen árabe

La gastronomía y los cultivos de la ciudad se vieron influenciados por la huella árabe que durante tantos siglos permaneció. De la amplia y rica cocina árabe, las artes culinarias cordobesas han heredado el uso de frutos secos, el gusto por la verdura, las mezclas de sabores agridulces y una extensa variedad de especias, como el hinojo, la hierbabuena o el orégano.

Determinados platos de tradición andaluza comparten un origen árabe poco conocido:

  • Albóndigas: el propio nombre delata su origen árabe. Etimológicamente, los árabes denominaron a las avellanas “búndiqa” y procedieron a nombrar así a todos los alimentos que tuvieran esa forma redondeada. Así, a las bolas de carne picada las denominaron búndigas, que a nuestra lengua ha pasado como albóndigas (al-bunduqa)
  • Gazpacho: en la cultura árabe encontramos el gazpacho blanco, en el que la almendra y el ajo juegan un papel primordial y precede al que conocemos hoy.
  • Turrón y mazapán: sus ingredientes principales son almendras y azúcar o miel, típicamente utilizados en Al-Ándalus para la fabricación de dulces.
  • Pestiños: en la gastronomía árabe eran muy comunes los dulces fritos como los buñuelos o las torrijas. Los pestiños son el resultado de la influencia morisca, cristiana y sefardí.
  • Arroz con leche: elaborados entonces con manteca y azúcar, era uno de los postres más apreciados en la cocina musulmana y que se ha quedado en la cocina andaluza para siempre.

La influencia árabe destaca en los dulces particularmente, donde las almendras y piñones adquirieron protagonismo combinados con canela o clavo. Ingredientes presentes en dulces de almendras, o el famoso pastel cordobés.

Además, la tradicional práctica árabe de tomar el té sigue presente en nuestros días en terrazas, bares y teterías de la ciudad.

Grandes ilustres y avances en las artes y las ciencias

Mientras que en el resto de Europa el ocultismo hacía grandes estragos, en Córdoba florecían las artes y las ciencias. La ciudad se ganó un gran prestigio en el campo de la filosofía, la medicina y la literatura, propiciando la cuna perfecta de grandes ilustres como:

  • Averroes: una de las figuras más importantes de su época. Filósofo, astrónomo, juez y escritor clásico, escribió importantes estudios teológicos además del Libro de las generalidades de la medicina. Sus pensamientos generaron controversias en la cristiandad latina y desencadenaron un movimiento filosófico llamado averroísmo.
  • Maimónides: también de esta época, pero judío, Maimónides era filósofo, teólogo y médico. Fue considerado uno de los mayores estudiosos de la Biblia y del Tamud, además de fomentar siempre una buena alimentación junto con hábitos saludables en el campo de la medicina.
  • Wallada: princesa, poetisa y pionera en igualdad de brillante ingenio y dote para la sátira y la réplica, creó un salón literario, inspirando algunos de los más famosos poemas andalusíes de amor. El Monumento a los Enamorados se hizo en memoria de su amor con Ibn Zaydún, historia que finalmente no acabó bien.
  • Abbas Ibn Firnas: en la época musulmana, Córdoba se configuraba como el mayor centro del saber y la ciencia de occidente. Abbas Ibn Firnas fue el primero capaz de volar con un artefacto más pesado que el aire, manteniéndose en vuelo alrededor de diez minutos. Y lo hizo, también, más de mil años antes que los hermanos Wright.

Extenso legado arquitectónico

Numerosos monumentos y edificios que hoy en día dan fama a la ciudad deben su origen a la época musulmana. Gracias a la construcción de la Mezquita de Córdoba durante la época califal, el panorama arquitectónico de la ciudad vivió su mayor esplendor. Pero no solo se edificó la Mezquita. La ciudad palatina de Medina Azahara, cuyos cimientos aún se conservan y son visitables, debe su nacimiento a esta época también. Además, se reconstruyó el antiguo Puente Romano, así como sus murallas.

Por lo que, la civilización musulmana tuvo una gran relevancia a la hora de configurar la ciudad tal y como la conocemos a día de hoy.